27 de septiembre de 2018

Mala hierba nunca muere

Me he cansado de ser la flor que todo el mundo quiere para sí
me he cansado de que crean que quererme
es poder arrancarme
sin permiso
de mi vida
para llevarme a la suya.

Yo
que tardé años en regarme y en crecer
me hacen creer que su felicidad depende de cuánto consigan deshojarme
y desahogarme es lo que quiero.

Que no.

No eché raíces para que venga nadie
a sacarme
de mi espíritu salvaje
y llevarme en un viaje
que acaba conmigo.
Que no nací para que otro pueda dominarme.
Que hay naturaleza que no se domestica.
Que no puedes adueñarte de lo que crece libre.
Que no.
Que no.

Me he cansado de ser la flor que todo el mundo quiere para sí
de ser su margarita
su objeto
su posesión
su obsesión por predecir un futuro que no les pertenece.

Ya no seré más destino
ni suerte,
ni trébol que se alza diferente para ser extinguido
antes de que su estirpe nazca.

Que son las más bonitas las que todo el mundo quiere
e hiere
olvidan que es mala hierba la que nunca muere.

8 de septiembre de 2018

Conquista

Pensé que estaba hecha un lío
en realidad
echaba raíces

he encontrado el secreto de crecer
-          es una idea -
ojalá nunca en peligro de extinción.

No he podido con la tentación de contagiarme
me he armado de valor cuando necesitaba paciencia.

He sentido
    la urgencia
                de regarme

-          ¿qué se hace con la vida si no se comparte? -

facturo la plaga en la nuca a modo de difusión
mi boca es un hospital de semillas
este un nacimiento
también una confesión
mis mil venas trazan un mapa

siento el instinto voraz del desarrollo
la condición humana que cree estar por encima de su tierra
esa vocación estúpida de que volcar es sinónimo de fuga
la tortura
querer siempre más

tengo raíces como columna vertebral
mis brazos son ramas que maduran
mi piel
papel que juego sobre la arena
efecto placebo de mi no-enfermedad
la condena de la ley de vida
el dolor y su verdad.

Si todo es cuestión de percepción
soy una oruga
que siente el despegar en sus alas que crecen
una semilla
rota en dos
de la que saldrá un dúo de flores

soy dominio
del terreno propio
y del ajeno

expansión
de todo lo que crece en mí.

Bienvenidos a mi conquista.